miércoles, 17 de diciembre de 2014

ENSAYOS EN NOHALES- IV... (ó enésima vez)

Creo haber referido ya en anteriores entradas nuestro particular método de trabajo. No son maneras que hayamos elegido particularmente así; antes nada, nos han sido impuestas por la necesidad. La dispersión de los miembros del grupo por la ancha geografía española, las obligaciones familiares, las hipotecas, los sinsabores del paro obrero (felizmente superado por Jhonny en la industrial Valencia), han querido que sobre este devastado paisaje de la creación y difusión artística hayamos quedado Luís y yo como núcleo creativo. Con lo que las actuaciones de directo de antaño (aquellos bulliciosos, a veces estrecho e inhumanos, locales valencianos) se han reducido a esporádicas-e intimistas-apariciones como dúo: sin más pretensión de que un público reducido escuche las impactantes letras de Luís y nos observe desempeñar con más o menos detalle nuestra faena como músicos. (Ello ofrece la indudable ventaja de un material reducido al mínimo, fácilmente transportable, pero que suena, sin embargo, increíblemente potente)

NOHALES nos ofrece la ventaja del aislamiento y la concentración. El magnífico entorno castellano de la campiña y CUENCA al fondo. Y si a ello añadimos la excelente pitanda del RASIL, hotel-restaurante a tiro de piedra del estudio, las cosas tampoco han empeorado tanto. De año en año (dos o  tres veces) reunimos a la banda un par de días y, tras una agotadora sesión de ensayo (diez, doce y hasta catorce veces por tema), grabamos al unísono en el multipistas, con lo que la magia del sonido directo, a pesar de los retoques y añadidos que, inevitablemente toca hacer después, permanece inalterada en los estratos y sedimentos de la canción.

VERANO- Se nota que lo pasamos bien

 LUIS- aproximaciones al tono perfecto. (Hace dos semanas)


A las puertas del INVIERNO
mi equipo-  en la acogedora sala de estar con vistas a la campiña

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