sábado, 25 de diciembre de 2021

NEIL YOUNG- BARN

 BARN- TRAILER

BARN- WELCOME TO BACK



Tenemos aquí el enésimo trabajo de este músico genial con CRAZY HORSE, cuyo guitarrista Frank Poncho Sampedro, fallecido hace dos o tres años, es sustituido por el virtuoso y originalísimo Nils Logfren. La ética del álbum se puede discutir, porque nos encontramos, de nuevo, con una grabación casera (nunca mejor dicho, y ahora lo veréis) sin apenas producción. De manera que hay fallos de afinación, de volumen y a veces el sonido resulta pastoso y, francamente, carente de ese brillo compatible con la claridad. Son cosas de Neil Young: coge a su banda de acompañamiento, les cita en una cabaña de las Rocosas de Colorado, y sin apenas ensayar, hace lo que quiere y como quiere. En fin, cómo él suele manifestar en las pocas entrevistas que concede: "hago lo que me sale de los huevos", "sin pensar si algo es bueno o es malo". La típica respuesta de esta banda de comunistas millonarios que, a fuer de idiotas como es que suscribe, se aprovecha de la debilidad y la fidelidad canina de los incondicionales. Esto en cuanto a la ética. La estética ya es otro cantar. Las imágenes disponibles en YOUTUBE  del las sesiones de grabación/ensayo en el granero (BARN) de las Rocosas a mí, por su originalidad, me resulta insuperable. Cabaña de madera, expuesta en un altiplano a los cuatro vientos y esa reunión de viejos amigos (?) arrojan un sonido único, aun con todas sus carencias técnicas de producción y edición. El sonido en estado puro: tal y como sale de ti en el momento concreto de la ejecución. Sin más alharacas que lo que existe entre tus dedos, la guitarra y el ampli. Y, por supuesto, la conexión con los otros músicos. En este aspecto (y es lo que salva el trabajo) destaca la sabia intervención de NILS LOGFREN, quien es un artesano del sonido y sabe colocar cada nota en su lugar preciso, sin alardes. Después está el bajista, senil, que debe estar atento a las posiciones de acordes del patrón para tocar la nota que corresponde: pues no se sabe el tema. Y el batería... bueno: se limita a su función; marca el ritmo para que los demás no se pierdan. No va más allá. 

            En resumen. Como en todo aquello que hace, sea bueno o malo, Neil consigue sacarme la pasta, que es al fin y a la postre (lo dice él, yo no) lo único que le  importa. Luego se dedica a sus coches viejos altamente contaminantes, sin olvidar citar a su último invento que él llama LINCVOLT un esperpento con ruedas de motor eléctrico que Young afirma que ayuda al planeta. Como buen progre le resulta necesario montar esta pequeña farsa y convencerse a sí mismo que no es un cabrón que necesita sacar energía eléctrica de donde sea (y como sea) para llevar a cabo sus caprichos, donde cabe incluir BARN, su último trabajo que Amazon todavía no me entrega. 



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