DANIEL LANOIS Y ROCCIO DE LUCA
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Tanta belleza me produce ganas de llorar. Se lo decía ayer a un amigo intelectualmente ávido; siempre interesado en ahondar en los secretos de la estética, esos que al final nos llevan también al corazón de la ética, lo verdaderamente puro y con valor que le podemos sacar al mundo. SUETI es un tema experimental grabado en el estudio de este poco conocido y, sin embargo, genial artista canadiense. No es una canción al uso. Se trata de un relato hecho de sonido que nos transporta a las grandes llanuras, a la soledad y la contemplación de esos inmensos espacios vacíos donde el hombre encuentra la religión del desierto. Lavadero del alma, reposo para espíritus fatigados y hastiados por la lucha constante en un mundo que disfraza sus violencias con farándula de civilización o modernidad. Sólo la estética preñada de belleza nos hace libres. Ni doctrinas ni sistemas. Tampoco el oro y las inversiones exitosas; los viajes chic que perpetúan la fiebre intolerable del turismo y los hoteles de lujo.
A DANIEL LANOIS lo he descubierto por casualidad. Si bien es un nombre que me sonaba -sabía que era músico y productor- no había escuchado jamás canción suya alguna. Bob Dylan... su libro autobiográfico CRONICAS 1 me ha llevado hasta él. En uno de sus últimos capítulos (como músico y productor amateur, el más interesante para mí), narra con su habitual maestría los pormenores de la grabación en Nueva Orleans del disco OH MERCY, cuya producción corrió a cargo de LANOIS. Un disco magistral (nada que ver con la vena folk que caracteriza a Dylan) con una atmósfera magistral y una calidad indudable. La huella de LANOIS alcanza al oyente e impregna hasta la última vibración del tema aparentemente más insignificante. Después, la curiosidad hizo el resto. Y he aquí LANOIS y su sello inconfundible. Baladas de rotunda pero sencilla ejecución y atmósferas sónicas tocadas con el PEDAL STEEL y que alcanzan directamente el corazón del oyente. Con un efecto más severo, si cabe, si éste es un músico destrozado por la fatiga, la incomprensión o la soledad. En estos tiempos de tragedias particulares y descomposición social qué mejor que dedicarse en alma y cuerpo al disfrute efímero de las buenas canciones. LANOIS es una fuente inagotable. Escuchadlo, por favor.
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