TONY VYSCONTI EN EL ESTUDIO (YOU TUBE)
Los últimos tiempos, un poco llevado por el cambio de paradigma espiritual del mundo (lo que en realidad nos influye directamente a todos), me ocupo en desentrañar las claves de cosas que han pasado y a las que, tradicionalmente, no he prestado demasiada atención. Ha habido discos, obras maestras, cantantes, músicos... En mi juventud, cuando aparte de la afición por la música, se hacía patente la necesidad de una figura redentora, un héroe al uso, un guía, el repertorio de grupos y músicos que escuchaba era realmente estrecho: Pink Floyd, Led Zeppelin, Jethro Tull, Dire Straits, Mike Oldfield, Bob Dylan... y para de contar. Cerca de la veintena, gracias a mi buen amigo Miki, en el futuro teclista de la primera y original formación de E-Nativa, descubrí a King Crimson, que resultaron ser un auténtica revelación: armonías enrevesadas, riffs únicos y poderoso, improvisaciones de un sonido orgánico e intimidatorio; y a un tiempo, unas melodías líricas y apaciguadoras que solamente cantantes de la talla de un Adrian Belew , Greg Lake o John Wetton fueorn capaces de recrear. Más tarde, a los 30, caí en las sinfonías épicas (aunque exquisitamente guitarreras) de YES. En fin. Creo que he tenido buen gusto. Pero el culto a veces quita valor a otros músicos que merecen ser estudiados, por innovadores, valientes y sabios. Este es el caso de David Bowie, a quien nunca presté atención suficiente.
[Los incombustibles Crimson en directo, en YOU TUBE]
Todo empezó con un libro: STARMAN, DAVID BOWIE. A partir de aquí he ido redescubriendo a este genial músico recientemente desaparecido (año 2016). Lo que ofrezco, sin embargo, en este post son los comentarios del productor y músico TONY VYSCONTI acerca de los subterráneos de la creación y grabación en el estudio de un tema señero: HEROES, quizá el de más conocido de Bowie de su época más madura (excepción hecha de los finiseculares SPACE ODDITY y STARMAN, que todavía presentan esa originalidad y frescura que sólo la inmadurez proporciona). Como músico y productor independiente me interesa sobremanera descubrir e investigar las claves que todo trabajo concienzudo de estudio guarda el artífice que lo hizo posible. En este caso no una estrella Pop, como Bowie, sino un artesano de la música sin cuya colaboración y aporte decisivo jamás este tema tendría la magia que lo hace célebre. Si a ello añadimos la guitarra estratosférica de Robert Fripp y esos arreglos discretos, aunque divinamente efectivos, de Brian Eno... el resultado es el que podéis escuchar.
Un aporte del blog para los compañeros músicos interesados en la construcción de la luz. La luz que toda buena canción arroja sobre el imaginario individual y colectivo.
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